¿Hay señales para detectar si un niño tiene piojos? Por supuesto que si.
El primer síntoma que hace sospechar si hay presencia de piojos, es cuando notamos que l@s peques se rascan constante e intensamente la cabeza y se quejan de que les pica mucho. Incluso pueden llegar a estar con cierta alteración nerviosa debido a los picores.
El picor se debe a que los piojos usan su saliva para depositar a las liendres lo más cerca posible de la raíz del pelo. El contacto de su saliva con la piel, produce una reacción alérgica que se manifiesta como el característico picor de tener piojos.
Puede llegar a darse el caso que se rasquen tan intensamente que se produzcan heridas con posibilidad de infectarse. Hay que estar atentos a este tema para evitar complicaciones, pero calma, con revisar diariamente el estado del cuero cabelludo durante todo el tratamiento es suficiente.
Tras la sospecha de que efectivamente hay piojos, se debe explorar el cuero cabelludo cogiendo pequeñas mechas de cabello y observando la piel. Se debe empezar por detrás de las orejas y luego la nuca, ya que son sus zonas preferidas, seguidamente se sigue con el resto de la cabeza.
En la exploración, como es lógico si hay sospechas, puede ser que se encuentren piojos (son de color oscuro y grandes) o liendres (más pequeñitos y de color blanquezino porque son las formas jóvenes). En caso que los detectes debes empezar un tratamiento, lo antes posible. ¡No hay que preocuparse! Hay muchos productos eficaces y seguros para eliminarlos.
La primera acción es cepillar el pelo con un peine de púas grandes (liendrera) para estar seguros de su existencia, rascando la piel con cierta intensidad y comprobando que se encuentran. Posteriormente, se debe comprar un champú y loción para iniciar el tratamiento, que encontraréis en las farmacias.
¡Ah! Y no olvidéis revisar el cuero cabelludo de las personas más cercanas debido a que la proximidad favorece el contagio.
Mucha paciencia y ánimo....
Si se hace bien el tratamiento se eliminan del todo.
¡Gracias por leernos!